por Pedro Fernández Cuesta
Hay un constructivismo trascendente
místico,
que quiere abrazar la divinidad
(Niño luminoso en la noche:
sobre estas líneas).
PERO...
(fragmentos sobre el formalismo ruso)
1. No, Shklovski,
el arte no es un mero artificio. La obra de arte es misterio inefable que no puede ser descifrado mediante el crimen y la autopsia.
2. La revolución destructiva
quiere aniquilar todo lo sagrado, incluido el arte. Quiere hacer del arte una mera máquina, y del artista un obrero especializado.
3. Hasta a vosotros, formalistas,
os destruyó la vorágine antitea de la revolución comunista (Trotsky fue quien encendió la mecha).
4. Estabas influido por los futuristas,
Shklovski, por esos fanáticos prefascistas que adoraban la guerra.
5. Odiabas lo romántico y lo místico,
Shklovski, pues no entendías bien el arte, Shklovski. ¡Ay!, Shklovsli, Shklovski...
6. Eras prosaico, Shklovski,
y en el arte no hay lugar para lo prosaico. Pues la más estricta prosa, si es artística, es poética.
7. Comparada con la crítica literaria
de los románticos, impresionistas o simbolistas, la crítica formalista (como la crítica marxista que se le oponía) fue un auténtico atraso.
8. El automóvil de Marinetti
(según él, más bello que la Victoria de Samotracia) era ciertamente veloz, pero aquel bólido iba marcha atrás: hacia la barbarie.
9. Sólo el Niño Luminoso
nos salvará de la barbarie. Sólo el niño luminoso que resplandece en la noche.
***